PUERTO RICO: LA MAGIA DEL AMOR AL RESCATE
Por: Tirso Urbàesz
Puerto Rico no se rinde a pesar de haber sido impactado por dos ponderosos huracanes, uno detrás del otro que le causaron pérdidas materiales multimillonarias y sufrimientos humanos incalculables.
La tragedia humana en todo el territorio de la Isla dejó sus huellas sangrientas en los muertos,
heridos,desaparecidos y en el alma del país, al recibir en su anatomía poderosas ráfagas de
lluvias y vientos que le provocó escalofrío a la gente al pensar que perderían la vida por culpa del huracán María.
La crisis económica y social que vivía Puerto Rico, antes de sufrir los efectos demoledores del
poder de la madre naturaleza era una pesadilla y después de la fenomenal destrucción del país por causa de una incesante tortura natural, la vida en la Isla es una agonía noche y día por falta de oxígeno monetario.
Los boricuas soportaron los golpes mortales de la madre naturaleza, con mucha precaución y
gran fe. Las consecuencias en la Isla de tan nefasto acontecimiento les ha causado ahora brotes
de epidemias y ser la cenicienta internacional al depender de la caridad pública mundial.
Los sobrevivientes de María caminaban entre los escombros, murmurando que se habían quedado sin nada, en medio de in panorama de tristeza que le partía el alma, luchando contra la impotencia y la insolente actitud de autoridades ingreidas que disfrazan su incapacidad con palabras y gestos racistas y prepotentes.
Las victimas de tan horrible tragedia para colmo de males, no han recibido el apoyo necesario
en su condición de ciudadanos del imperio americano, por tal motivo se han visto obligados a
pedir auxilio a sus hermanos que viven en el extranjero y a todos los seres humanos que aman al
prójimo.
La Patria de la tierra del Coqui con el corazón lleno de amor, saluda con respeto y gradecimiento
a todas la personas e instituciones que en un momento tan crítico han demostrado su solidaridad con la causa del pueblo boricua con su valiosa generosidad.
Los puertorriqueños en medio de la desgracia que les causó el azote de Irma y María, no se
quedaron con los brazos cruzados lamentando su mala suerte, sino que decidieron asumir la histórica responsabilidad de luchar contra la adversidad trabajando unidos en la reconstrucción del país.
Los hombres y mujeres de tan aguerrido pueblo, con gran orgullo se impusieron como meta el rescate, cueste lo que cueste, para que la Isla vuelva a mostrarle al mundo su encanto, en el
menor tiempo posible, gracias a la magia del amor de su gente.
Pobre Puerto Rico, sin pan, agua, comunicación, combustible y luz. Ahora tendrá que levantarse
despacito , en un mundo competitivo al ritmo del valor del dinero. La salvación del país depende de la fuerza de voluntad de su pueblo y del amor, la fe y la esperanza de su gente para que lo impulse a despegar y pueda volar como el ave fénix hasta el cielo.
El éxodo masivo de los boricuas hacia la Florida es una amarga realidad, pero afortunadamente
los que se han quedado en la Isla luchando contra el caos de la sociedad, transformarán la
necesidad en creatividad y con su energía positiva rescatarán a Puerto Rico del desastre y convertirán su país en un santuario turístico para toda la humanidad.
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